El Ayuntamiento de Rivas está inspeccionando cerca de 29.000 árboles a través de un plan que arrancó en 2015 y que se mantendrá hasta 2022 y que se dirige a prevenir los posibles riesgos generados por la caída de ramas, tratando de «eludir los accidentes evitables».
Este proyecto de inspección del parque urbano se realiza desde el servicio municipal de parques y jardines, que pretende que las alteraciones que «inevitablemente» experimentan los árboles no deriven en fracturas de ramas o en el desplome del propio ejemplar, ha explicado el concejal de Medio Ambiente, José María Álvarez.
Desde el Consistorio se realiza una primera fase de observación para distinguir a los ejemplares que presenten «indicios» de que deben ser evaluados, y una segunda fase en la que se someterá a estudio a los árboles que lo precisen, ha añadido el edil.
De los 28.959 ejemplares analizados, 2.278 se encuentran en observación y 1.065 han sido podados, 414 talados, 26 se hallan en análisis intensivo y para 1.784 se recomendó un mantenimiento ordinario.
El proyecto se realiza en el marco del programa municipal en conjunto con la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado, cofinanciada por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) y cuenta con un presupuesto de 200.000 euros.