Rivas dispone de un sistema de control municipal, que ha podido crear con los fondos FEDER y su Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integral (EDUSI).
Rivas Vaciamadrid ha creado su propia red municipal de control de contaminación atmosférica mediante el despliegue de doce estaciones de medición de aire y ruido: seis de ellas fijas y otras seis móviles (estas últimas sólo miden la calidad del aire).
Con esta iniciativa, Rivas se ha convertido en uno de los primeros municipios de la Comunidad de Madrid en gestionar con recursos propios su calidad ambiental, haciéndolo de manera paralela a los sistemas de la administración autonómica.
Se trata de una actuación en la que se han invertido 94.770 euros y que se ha incluido en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integral (EDUSI). EDUSI está cofinanciada al 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Ayuntamiento, con una inversión total para todos los proyectos ripenses de 7,2 millones de euros.
La red ofrece información en tiempo real y puede ser consultada por los servicios municipales a través de un ordenador, una tableta o un teléfono móvil.
Las estaciones fijas se distribuyen en puntos estratégicos de la ciudad que permiten mediciones realistas: en las inmediaciones de centros escolares como la ciudad educativa Hipatia y el colegio público Mario Benedetti o en avenidas y calles de tránsito como las avenidas de las Provincias, Covibar, Provincias con Almendros y en la rotonda de acceso a la ciudad en la avenida de Covibar (km 14 de la A-3).
Las móviles se portan en los vehículos de Policía Local y permiten obtener datos por toda la localidad, con lo que entre unas y otras se alcanza una cobertura completa de la trama urbana. “Con estos doce módulos conocemos con mayor precisión los datos para un área que abarca más de 100 hectáreas de la localidad”, explica el responsable de Innovación y Modernización, Carlos Ventura.
Las primeras estaciones se activaron en 2016, con un segundo refuerzo en 2018. Y han jugado un papel determinante a la hora de impulsar políticas públicas locales en materia de sostenibilidad y calidad medioambiental.
Los contaminantes que registran las estaciones son: dióxido de nitrógeno, el que emana de los vehículos y el más común; dióxido de azufre, el producido por las calefacciones; el dióxido de carbono (CO2), gas de efecto invernadero; y el monóxido de carbono, otro gas tóxico.
“Si se superan los niveles preestablecidos, se emite un aviso al personal de Medio Ambiente responsable para que empiecen a articular las medidas contempladas ante un episodio de contaminación”, relata el responsable de Innovación y Modernización
Los equipos están calibrados para que registren los mismos parámetros que los terminales de la Comunidad, pues Rivas no cuenta con un protocolo específico de calidad del aire y ha de guiarse por el de la Comunidad de Madrid, aprobado en 2011. Este protocolo sirve como marco normativo para aquellos municipios de la región con menos de 100.000 habitantes, que no poseen competencias al respecto.
Cuando los terminales de la red local registran una alteración de los parámetros, Rivas también puede poner en marcha una actuación coordinada con otras administraciones.
¿Y cómo ha incidido la red en las estrategias municipales? Valgan algunos ejemplos. Las estaciones han aportado datos claves a la hora de diseñar las nuevas zonas de bajas emisiones escolares (ZBE), iniciativa con la que Rivas fue de las primeras localidades del país en aplicarlas en las proximidades de escuelas, colegios e institutos, generando espacios no solo más respirables sino más seguros para el alumnado y sus familias. Menos malos humos y más seguridad vial en los desplazamientos peatonales.
Además, fue de los pocos municipios de más de 50.000 habitantes de España en activar su ZBE antes del 1 de enero de 2023, tal como exigía La Ley de Cambio Climático y Transición Energética, respondiendo a las exigencias europeas. En ese aspecto, Rivas ha cumplido ampliamente con las directrices nacionales e internacionales encaminadas a una mejora de la calidad medioambiental.
Pero hay más. Para el diseño y trazado de la nueva red de carril bici (21 kilómetros) también se estudiaron los datos atmosféricos. Así como para decidir en qué puntos de la ciudad se reforzaba el servicio municipal BicinRivas, con la apertura de nuevos aparcamientos. BicinRivas ha experimentado un fortísimo crecimiento de usos en 2022 y 2023. Actualmente, ya hay 8.000 personas dadas de alta en el servicio. La media de edad de las personas usuarias es de 34 años, con una franja predominante de entre 18 y 22 años, que acumula casi la mitad de los registros (el 42%), lo que predice un futuro de consolidación.
LA CERCANÍA DE MADRID
La creación de una red de medición propia cobra especial relevancia atendiendo a las particularidades del municipio. La localidad se encuentra a apenas 15 kilómetros de la Puerta del Sol de la capital, un elemento de cercanía que condiciona la calidad atmosférica de la ciudad.
“La polución se produce en las grandes ciudades por el tráfico, pero no desaparece unos metros más allá, sino que se desplaza. Y Rivas solo está a unos kilómetros de Madrid”, detalla Carlos Ventura. Y a la cercanía de Madrid, se suma la amenaza medioambiental que supone la proximidad de la incineradora de Valdemingómez.
Pero Rivas también se beneficia de otra contraparte más amable: el término municipal se adentra en un 74% en el Parque Regional del Sureste, un ‘pulmón natural’ y uno de los tres espacios naturales de esta categoría en la región: los otros son el de la Cuenca Alta del Manzanares y el del Curso Medio del Río Guadarrama.
COCHES DE POLICÍA
En el caso de las centrales que portan los vehículos de Policía, estos tienen que estar en marcha para el funcionamiento del terminal. “Si se encuentran parados, no registra actividad”, explica el jefe de la Policía Local, Leonardo Lafuente. La movilidad de estos medidores, añade el mando policial, permite conseguir “una muestra muy representativa del municipio. Podemos estar 24 horas tomando muestras”.